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Intervención
logopédica en los trastornos del procesamiento del
habla |
Ponente:
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Ygual, Amparo
E.U. M. EDETANIA (Adscrita a la Universitat de València)
José Fco. Cervera
E.U. M. EDETANIA (Adscrita a la Universitat de València)
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Hora: 11.05 Dia
: 21 de Febrero del 2003 |
El procesamiento de habla permite
a los seres humanos escuchar cadenas de fonemas (palabras conocidas
o desconocidas), analizarlas, almacenarlas y reproducirlas independientemente
de reconocer su significado o no. Confiere un conjunto de habilidades
de recepción y producción (habilidades fonológicas)
que nos permiten procesar los niveles fonético y fonológico
de la lengua. Se adquieren entre los 0 y 4 años y dependen
de un sustrato cortical bien definido: las áreas de lenguaje
del territorio perisilviano. Gracias al descubrimiento del gen FOX
PII empezamos a conocer que los seres humanos cuentan con una programación
genética para el desarrollo de estas capacidades fonológicas.
En la ontogénesis del lenguaje apreciamos tres momentos importantes
donde la ausencia de estas habilidades interfiere de forma importante
con otros aspectos lingüísticos y comunicativos: la
aparición de primeras palabras a los 12 meses, la capacidad
de repetición de enunciados que coincide con la explosión
léxica de los 18-24 meses y la consecución de la inteligibilidad
hacia los 36 meses.
La mayoría de los niños con trastornos del desarrollo
y del lenguaje tienen problemas de adquisición de estas habilidades
fonológicas. En algunos casos pueden ser el factor limitante
del desarrollo lingüístico. La comprensión y
el almacenamiento de los significados están seriamente perjudicados
si el niño no puede procesar los significantes de las palabras.
En otros casos únicamente están alterados los procesos
de salida y se afecta exclusivamente la pronunciación. Las
habilidades de procesamiento de habla también pueden influir
en los cuadros disléxicos y disortográficos.
Los logopedas y maestros de Audición y Lenguaje realizan
el tratamiento de las dificultades del procesamiento de habla. Desde
la mitad del siglo XX hasta la actualidad la concepción de
esos tratamientos ha variado notablemente. Inicialmente el único
enfoque posible para la intervención era el articulatorio.
Se concebía el habla desde su aspecto más periférico:
la acción de los órganos de articulación. La
aportación de lingüistas como Ingram o Crystal a mediados
de los años 70 cambió drásticamente la concepción
de los trastornos fonológicos. Aportaron herramientas que
todavía hoy son imprescindibles para la evaluación
y la intervención: el análisis fonológico.
Actualmente los logopedas adoptan un enfoque psicolingüístico
que ha enriquecido enormemente su práctica profesional.
Gracias al paradigma psicolingüístico
la evaluación del procesamiento del habla permite determinar
que componente se encuentra dañado:
* predominio del factor perceptivo, disártrico o dispráxico
* nivel de procesamiento implicado: sensorial, perceptivo, de almacenamiento
o recuperación de representaciones mentales, de planificación
motora o de realización articulatoria.
Los tratamientos de las dificultades fonológicas
deben afrontar:
* aspectos periféricos del input (entrenamientos auditivos
y de percepción de rasgos fonológicos)
* aspectos periféricos del output (programas de coordinación
psicomotora y praxias articulatorias)
* aspectos centrales que suponen niveles cognitivos de almacenamiento
y recuperación de representaciones mentales fonológicas
(programas de metafonología y de organización fonológica).
El objetivo final de estos tratamientos es conseguir
que la falta de habilidades fonológicas no limite el desarrollo
lingüístico ni interfieran en el aprendizaje de la lectura
y escritura.
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