Siempre que se comienza la intervención con niños y niñas diagnosticados de TDAH, surge la misma duda en los padres: y nosotros, ¿qué podemos hacer?
Es una pregunta realmente importante y de hecho, la familia de niños con TDAH puede influir muy positivamente en su evolución.
Veamos algunos de estos aspectos
LAS NORMAS
Tanto en casa como en la escuela, las normas son importantes para los niños. En el caso de los niños con TDAH, a veces es difícil mantenerse firme y hacer que se respeten dichas normas. Sin embargo, antes de querer hacer cumplir una norma, es fundamental que nos aseguremos de que el niño ha comprendido la norma: evitemos el lenguaje poco definido, las explicaciones muy largas y los mensajes cruzados y aumentaremos la probabilidad de éxito.
VALORA
A todo el mundo nos gusta que valoren los esfuerzos que hacemos. En muchos casos, estos esfuerzos son especialmente difíciles de ver, bien porque son niños, bien porque tienen TDAH, o por el tipo de exigencias de su entorno habitual. En estos casos es especialmente útil que la familia de niños con TDAH pueda reforzar y felicitar los pequeños avances: una buena actitud ante los fallos, la persistencia, habilidades de comportamiento prosociales, etc. Básicamente se trata de hacerle sentir que sabemos cuándo se esfuerza y que lo importante no es el éxito rotundo sino practicar actitudes.
TRATA DE SER UN EJEMPLO PARA ÉL/ELLA
Muchas veces exigimos a nuestros niños determinados comportamientos que nosotros mismos contradecimos con demasiada frecuencia. Especialmente (pero no solamente) en estos casos, es importante que tengamos en cuenta si estamos siendo buenos modelos para él. El “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga” sólo funciona con una minoría de los niños, y generalmente un niño con TDAH no está entre ellos: recuerda que una de las dificultades principales que tienen es la de frenar la respuesta impulsiva, que será siempre la más accesible. Por ejemplo, si en su memoria está claro que cuando uno se enfada, grita, será lo más probable que suceda y si somos tendentes a reaccionar así, no sería justo sancionarle por gritar al enfadarse. Éste es un aspecto muy difícil de llevar a cabo porque es imposible auto-observarse permanentemente y auto-controlarse a la perfección. La buena noticia es que sólo con que seamos conscientes de vez en cuando puede ser suficiente.
ANÍMALE
Anímale a disfrutar de sus puntos fuertes. No sólo queremos niños obedientes y eficaces en sus estudios, queremos niños felices. Todos tenemos habilidades y virtudes, y es muy útil para construir una base sólida en nuestra autoestima. Todos los niños, especialmente los que encuentran dificultades en su día a día, necesitan esa autoestima. Si sabes que tu hijo es bueno en algo, díselo y anímale a disfrutarlo. Por ejemplo, está demostrado que, aunque tienden a cometer más errores, los niños con TDAH tienen tiempos de reacción menores, es decir, son rápidos (esto se ve especialmente en videojuegos de plataformas). Probablemente compartir con él un rato de juego donde él sea especialmente hábil sea un gran momento para fortalecer el vínculo, su autoestima y que tú mismo/a aprendas a fijarte también en las cosas que hace especialmente bien. Esto, por otro lado, ayuda a toda la familia de niños con TDAH a relajar esa visión negativa la sensación de frustración que se genera por ejemplo en el momento de los deberes, y tener oportunidad de generar expectativas y experiencias positivas.
RELAJAR LAS EXIGENCIAS
No se trata de esperar menos de ellos, sino de ser realistas. Si le organizamos un plan de vida altamente exigente, aumentamos las probabilidades de fracaso y frustración, para nosotros y para él. Si exigimos poco o nada por el estigma del diagnóstico, generaremos un estilo excesivamente ocioso y carente de oportunidades. Y en realidad el mensaje que le estará llegando es que no confiamos en que sea capaz de plantearse metas y conseguirlas. Obviamente, no es éste el mensaje adecuado. Es importante que la familia de niños con TDAH le plantee retos y exigencias, teniendo en cuenta que puede que no lo haga todo bien, y generar oportunidades de participación en equipos y grupos de su edad.